No me vas a ver de punta en blanco, en tacos altos, ni con la manicure al día, ni peinados de peluquería.

Porque la vida son dos días y pasan demasiado rápido como para desperdiciarlos en estar mas preocupada por el aparentar que por el sentir, el disfrutar y conectarse con la naturaleza y la gente.

En cambio prefiero mil veces ensuciarme las patas y bailar pinchandome los pies descalzos a sufrir con los tacones de salón.

Prefiero llevar como peinado el que el viento decida darle a mis rulos y el que te da una buena remojada de verano bajo una canilla de agua al alisado de peluquería.

Prefiero bailar con alguien que entienda que la buena vibra de la musica tiene mas que ver con darle alegría al alma y generar buena energía, que con terceras intensiones.
Música vibra y ganas de pasarla bien, sin mas otro sentido que bailar, reir y pasarla bien.

Prefiero embarcarme en todos y cada uno de los viajes, aun a riesgo de que sea el ultimo, sabiendo que es lo que mi alma necesita. Aun cuando el precio sea el de andar por esta vida en solitario solo por renunciar a todo mandato preestablecido.

En resumen prefiero que el dia que me llegue la hora de irme de este plano terrenal (que es la unica seguridad que tenemos) sea haciendo lo que me gusta y hace feliz.