8hs de viaje, 4 buses distintos, 37° de temperatura

Creo que eso resume todo el viaje no? Aunque un viaje en transporte público en Costa Rica incluye alguna nimiedad más para contar.
Es el primer viaje sola en el que voy sin nada planeado ni reservado, y si bien los primeros días más o menos me arme una ruta de cómo iría recorriendo los lugares que tenía interés, la realidad es que muchos de lugares que están físicamente cerca en el mapa, no siempre es hay un medio de transporte que los una. Es el caso del trayecto Playas del coco > Montezuma, este último se encuentra a unos 270 kms del primero, siguiendo la línea de la playa. Pero no hay bus que los una. Así que hablando mal y pronto me hinché las bolas y decidí dejar Montezuma y Malpaís para más adelante, o para otro viaje, o para cuando sea lo suficientemente hipe como para encajar en ese lugar.
Tachado ese destino de la lista, pasé a Manuel Antonio (ni idea si fue un prócer o un galán de telenovela, pero empecé a buscar buses pensando que como es un destino turístico de los más conocidos de Costa Rica, y yo estando ahora a 1 hora de Liberia (segunda ciudad en importancia del país) encontraría algo directo. Lo más directo que encontré era un bus a San José y de ahí a Quepos (ciudad cercana al parque). Salía a un horario razonable que me dejaba disfrutar del desayuno del hotel. una vez que encuentro un desayuno como a mí me gusta no lo iba a desperdiciar. Pero cuando pregunté me dijeron que el bus muy probablemente estuviera lleno y había que comprar los pasáis con anticipación. Siendo las 10 de la noche del día anterior obviamente la oficina ya estaba cerrada. Y llegar al día siguiente a la parada del bus y confirmar que efectivamente no había pasaje, no era algo que tenía ganas de comprobar. Sobre todo porque significaría no sólo perder todo un día viajando en transporte público en Costa Rica, sino tener que hacer noche en algún lugar como San José. Y sinceramente paso.
Así que la otra opción era tomar 4 buses diferentes, que de solo pensarlo ya me daba una fiaca tremenda. Pero lo bueno, era que ya puestos a perder el desayuno, había una combinación que saliendo a las 6:00 am, me dejaba con suerte a las 14:30 en Manuel Antonio. Tenía una sola combinación que veía complicada, ya que me dejaba solo 15 minutos entre el horario en que llegaba el bus y que tenía que tomar el siguiente. Teniendo en cuenta las rutas y que los colectivos de los que les hablo en su mayoría no son mucho mejor que un 60 diferencial (con aire condicionado ecológico, entiéndase ventanas abiertas y adaptador de luz solar por medio de las cortinas ondoneantes al viento. Vamos… Que ya me veía que no iba a llegar a las 14, pero valía la pena intentarlo.
Arranqué con el pie izquierdo, el despertador que estaba puesto para las 5:00 ⏰ , no sonó, o mejor dicho sonó en mute. En algún momento me pareció buena idea ponerle no molestar en fin de semana, así no me despertaba cuando sonaban todas las notificaciones. Por suerte las picaduras de los mosquitos no me dejaron pegar un ojo, con lo cual en uno de esos despertarme para rascarme me dí cuenta que el celular tendría que haber sonado hace 15 minutos. Salté de la cama y terminé de aprontarme lo que me faltaba.
El desayuno ya lo perdí, pero no quisiera perder los 10 usd del deposito. Espero que haya alguien en recepción, por suerte hay alguien de guardia. Eso sí nada de tomarse taxi hasta la terminal, arrancan a trabajar a las 6:00.
Está por amanecer y los únicos que se enteraron son los pájaros, que empiezan a practicar ringtones para despertar a quienes van a trabajar.
Llego a la parada del colectivo y el bus está ahí parado, apagado, y pienso que el chofer estará desayunando en la panadería de al lado así que me siento cerca como para estar atenta. Al rato enciende el colectivo y de no sé cómo ni de dónde aparece el chofer en su sitio. Es un colectivo de linea, y el trayecto dura solo una hora, pese a ser sábado hay muchas caras de gente que va a trabajar, así y todo todas tienen menos cara de dormida que yo.
Bajo en Liberia y voy a la otra terminal a tomar el bus. Compro algo para desayunar y espero ya que quedan unos 45 minutos para que salga el bus a Puntarenas. Sale a horario pese a que sufro con los que llegan a ultimo momento , no quiero que se demore mucho, porque la siguiente conexión es la más complicada. Hago todas las elucubraciones mentales de qué lado me conviene sentarme para que el ☀️ no me pegue de lleno. No logro encontrarle la lógica, mis cuentas están bien, a menos que en Costa Rica el sol salga por otro lado, voy yendo de norte a sur y me ubique en la derecha del bus y me da el sol de lleno. Más adelante en una parada aprovecho a cambiarle del otro lado y al salir a la ruta de nuevo, el ☀️ de lleno, parece que me tuviera de punto. Dándole vueltas con la cabeza creo que lo que pasa es que las rutas de Costa Rica son pura curva y contra curva, así que da igual de qué lado me ponga, siempre me da el sol, lo suficiente como para sentirme abombada. Desisto de las vistas y voy con la cortina haciéndome caricias en la cara. No sé si s eso, las pocas horas de sueño o que pero me dormitó de a ratos.
El chofer me dice que para tomar la combinación que va a Quepos me conviene bajarme un poco antes de Puntarenas. Parece que todas las combinaciones son en medio de la ruta. Cruzo junto a dos personas más que también toman el colectivo y a los 5 minutos pasa el bus.
Este ya es algo más que un 60 diferencial, pero no crean que tiene aire ni mucho menos. Otra vez más le pifio y me da el ☀️ , será que ya es casi el mediodía y el sol va girando. En una de las levantas de cabeza para despejar la vista y encontrar la inspiración vaya uno a saber e que objeto. Descubro que hay un relojero digital, que en una de sus iteraciones marca 37,8. No era el sueño, era la calor vió.
Lo bueno es que al haberlo tomado en el cruce, es un bus anterior al que tenía pensado tomar, de modo que hay más chances de llegar como para tener al menos algo de la tarde libre para ir a la playa. De a ratos el tránsito se pone pesado, para arranca, para arranca y PUM 🗯 por un segundo el bus quiso tener tracción trasera. Miro al frente y una fila inmóvil de autos en ambos sentidos. El chofer se para y pregunta si estamos todos bien. Afortunadamente fue solo un toque, aunque aparentemente no, porque el bus se queda parado ahí y nosotros también.
🤔 creo que no llegó a la 🌊👙🕶☀️.
Después de un rato de darle vueltas al asiento, ya resignada a ponerme las zapatillas, agarro mis petates y bajo del bus. Por suerte hay una sombra cerca, así que con la mochila de silla y el iPad de escritorio, sigo escribiendo mis relatos.
Como una hora más tarde logramos subirnos a un bus, ya cuando mi mente se estaba preparando para viajar amontonada entre las personas y las gallinas, me sorprende un bus, con aire acondicionado. 😊
Todavía queda llegar a Quepos y de ahí otro bus cortito más, pero esta fresquera se agradece.

merecido descanso en playa Biesanz despues de un largo viaje en Transporte público en Costa Rica

2 comentarios

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